
China continúa consolidándose como el mayor consumidor mundial de barras y monedas de oro. En 2017, el país invirtió en 306,4 toneladas métricas de este metal precioso, impulsado por la fuerte demanda interna y el creciente interés de los consumidores más jóvenes, según informó el Consejo Mundial del Oro el 20 de julio de 2018.
El consumo total de oro en China alcanzó las 1.089 toneladas, lo que representa un aumento del 9,41 % respecto al año anterior, y consolidó al país como el mayor mercado mundial de oro por quinto año consecutivo. Esta cifra fue reportada por la Asociación China de Oro, con sede en Beijing.
Cambio de gustos y adaptaciones en la industria
El crecimiento de la demanda no solo se debe al aumento generalizado del consumo, sino también al cambio en los gustos y preferencias de los consumidores. En respuesta a esta tendencia, la industria de la joyería en China ha experimentado una transformación significativa. Muchos productores chinos de joyas han incorporado tecnología avanzada, como máquinas con programas controlados por computadora, lo que les permite diseñar productos más personalizados y de mayor calidad, como joyas de oro de 18 y 24 quilates.
He Jingtong, profesor de negocios en la Universidad de Nankai en Tianjin, destacó que este cambio en las preferencias ha impulsado a la industria a actualizarse para ofrecer productos de mayor valor y más ajustados a los deseos de los consumidores modernos.
En una joyería de Fuyang, en la provincia de Anhui, una empleada muestra una estatua de perro hecha de oro puro, lo que ejemplifica la creatividad que ha tomado fuerza en la producción de artículos de oro en China.

Desafíos y ajustes en la producción minera
A pesar de la alta demanda, la industria minera china de oro ha enfrentado importantes desafíos. En 2016, China implementó nuevas regulaciones ambientales para mejorar el manejo de los desechos sólidos generados por la minería aurífera. Estas nuevas normativas provocaron una ola de cierres de minas y una disminución en la producción de oro en algunas de las principales provincias productoras del país, como Shandong, Jiangxi y Hunan.
Este panorama ha llevado a China a depender aún más de la importación de oro, aunque su mercado interno sigue siendo el más grande y con mayor capacidad de consumo.
Conclusión
China no solo sigue siendo el mayor consumidor de oro del mundo, sino que también está evolucionando para satisfacer la demanda de productos más innovadores y personalizados. La tendencia al alza del consumo de oro muestra un cambio en los hábitos de los consumidores y refleja el dinamismo de una industria que se adapta a las nuevas exigencias del mercado global.