Rascacielos tambaleándose, ventanas rotas, toldos y andamios de bambú volando por los aires, carreteras cortadas, zonas inundadas y familias atrincheradas en sus casas. Así vivió Hong Kong la llegada del tifón Manghkut, el mayor del año y que el sábado dejó al menos 59 muertos a su paso por Filipinas. Pese a que la ciudad ya se había preparado para lo peor, las imágenes de grúas cayéndose y del agua entrando en los restaurantes de la costa, donde el nivel del mar subió más de tres metros, ilustraban la magnitud de un fenómeno que ha paralizado la ciudad casi por completo.
Fuente: El País
Imagen: internet
¡Haz clic para puntuar esta entrada!
(Votos: 1 Promedio: 5)