El país tiene sólo 12 millones de doctores para una población de casi 1.400 millones de personas.
Qu Jianguo, un jubilado de 64 años, mete la muñeca en un brazalete metálico colocado sobre la mesa. Al cabo de dos minutos recibe en su teléfono móvil un análisis médico realizado a partir de los latidos del corazón; todo sin un médico de por medio.
En China, un país donde faltan los médicos, la inteligencia artificial busca paliar la escasez con aparatos que en un abrir y cerrar de ojos miden la frecuencia cardíaca y hasta interpretan radiografías.
El aparato de Qu, concebido por la empresa «Ping An Good Doctor», acaparó las miradas durante la Exposición Mundial de Inteligencia Artificial, recién clausurada en Shanghai. Una buena noticia para China, deseosa de encabezar los avances tecnológicos en el ámbito médico.
Una app, datos en línea y una receta digital
Ping An Good Doctor es, con 228 millones de personas inscritas, una de las plataformas chinas digitales de cuidados médicos más importantes. Afirma recibir a diario 500.000 peticiones de consulta.
Los pacientes introducen datos personales y su historial médico en la aplicación móvil de la empresa y luego describen sus síntomas. Partiendo de esta base, la inteligencia artificial emite un diagnóstico, que transmite a un médico de carne y hueso.
Este último gana tiempo: le basta con verificar y validar el pre-análisis realizado por el sistema y redactar, si hiciera falta, una receta digital.
Fuente: www.clarin.com (artículo completo aquí)
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